domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo 3:

-No sabes cuánto te he echado de menos, pequeña.
-Yo a ti también.
-Han pasado muchas cosas desde que no nos vemos.
Me quedé mirándolo fijamente.
-Cuenta.
-Mejor quedamos mañana y te lo cuento todo, ¿vale?
-¿Me vas a dejar con la intriga? ¡Qué malo eres!-le quité la gorra que llevaba puesta y empecé a correr por toda la playa. Cinco segundos después él empezó a correr detrás de mí.
Seguía corriendo por la playa. Ya casi no podía seguir. Me faltaba el aire. Paré un poco para descansar pero él seguía corriendo para alcanzarme. Tomé una gran bocanada de aire y seguí corriendo. Cada vez lo tenía más cerca pero, aún así, no me daba por vencida. Finalmente, me cogió y caímos los dos al suelo.
-Devuélveme mi gorra.
-Ni en sueños.
-Pues te hago cosquillas.
-¡NOOOOO! ¡Cosquillas no!-gritaba mientras me reía a carcajadas-vale, vale, te la devuelvo.
Le puse de nuevo la gorra.
-Gracias.
Le sonreí irónicamente y, después, no pude evitar soltar una carcajada. Olvidaba estos momentos así con Álex.Lo he echado mucho de menos. Las primeras noches que pasé aquí me las pasaba pensando en él. Hemos sido mejores amigos desde que nos conocimos aquel día en el patio del colegio. Apenas teníamos 10 años. Yo era nueva en la ciudad y, al parecer, a las matonas de turno no les gusta la gente nueva. Él se acercó a mí y estuvimos hablando durante toda la media hora de recreo. A partir de ese momento supe que sería importante para mí. Reconozco que llegué incluso a enamorarme de él, pero eso sólo lo sabemos mi antiguo diario y yo.
-¡Eh! ¡Lisa, Álex!-gritó Luis desde donde ellos estaban-¿queréis comer ya?
-¡Claro! ¡Ya vamos!
Llegamos donde estaban los demás. Nos sentamos en la arena y sacamos unos sandwiches.
-¿Alguien ha traído bebida?
-Hombre, pues claro. ¿Qué es una comida en la playa sin la bebida del tito Richard?
Todos empezamos a reirnos.
Richard es el mayor del grupo y el que siempre se trae algo de alcohol.
Terminamos de comer y nos quedamos todos hablando de un millón de cosas. Me encantan estos momentos que pasamos así, todos juntos, riéndonos.
Ya empezó a hacerse tarde y ya hacía mucho más frío. Recogimos las cosas y cada uno nos fuimos a nuestras casas. Yo iba con Álex, Luis y Kim. Luis y Kim iban cogidos de la mano y dándose besitos. Empezaron a salir hace poco y están en la primera fase: no aguanto un segundo sin besarte. Es la más asquerosa de todas (para los que los miran, claro). Están todo el día comiéndose la boca y les da igual donde estén.
-Cortaros un poquito, por favor-dije yo aparentando estar molesta.
Ambos rieron y siguieron a lo suyo.
-Bueno Lisa,  ¿tú qué tal? ¿Algún novio?
-Que va. Un mes después de mudarme aquí empecé a salir con uno de mi instituto pero la cosa no salió bien. Lo pillé en una fiesta enrollándose con otra chica. Desde entonces, no he salido con ningún otro tío.
-¡Vaya cabronazo!
-Ya ves. ¿Y tú? ¿Has tenido alguna novia desde que no nos vemos?
-No. Me he enrollado con unas cuantas pero sólo han sido rollos de una noche, en una fiesta y borracho. A parte de eso, nada más.
-Ah.
Álex y yo nos miramos. Me encantan sus ojos. Es como viajar a otro mundo cuando los miras.
-¿Te he dicho ya que me he enamorado de tus ojos?
-No, sólo un millón de veces-me sonrió.
-Es que son súper bonitos.
Volvió a sonreír y me achuchó como a una niña pequeña.
-¡Eh, Álex! Yo voy a acompañar a Kim a su casa. ¿Sabes volver, no?
-Gilipollas como tú no soy, Luis.
-Eso espero.
Luis y Kim se desviaron a una calle a la derecha y Álex y yo seguimos por nuestro camino.
-¿Dónde vives ahora?
-En Quebec St.
-¡Hala! ¡Qué cerquita! Yo vivo en Albion Hill cerca de Queens Park.
-Queens Park es donde hemos quedado esta mañana ¿no?
-Exacto. Y la casa de Kim estña en Sussex St.
-Ya, ya. Bueno, pues mañana te envío un mensaje a WhatsApp y quedamos que te tengo que contar muchs cosas ¿vale?
-Perfecto.
Sonreímos y, en el cruce que separa Quebec St de Albion Hill, nos despedimos con un beso en la mejilla y un abrazo.
Caminé sola lo que me faltaba para llegar a casa. Saqué las llaves y entré. Sólo estaban mis dos hermanos y la novia de uno de ellos. La saludé y me fui a mi cuarto. Al poco rato subió Erick, mi hermano.
-¿Te aburres?
-Mucho. Esos dos solo saben darse besos.
-Te entiendo.
-¿Y tú? ¿Dónde has ido?
-A la playa.
-¡Qué bien avisas!
-Esta mañana estabas con Mark y no sabía si querías venir o no.
-Te salvas por eso.
-¿Sabes quién se ha mudado aquí?
-No, ¿quién?
-Álex.
-¿Qué Álex? ¿Tu mejor amigo?
-El mismo. 
-¡Mi compañero de videojuegos vuelve!
No pude evitar echarme a reír. Álex y Erick siempre han sido como hermanos.
-¿Por qué está aquí?
-Trabajo.
-Ah, como siempre.
-Pues sí.
-¿Y dónde vive?
-En Quebec St. Aquí al lado.
-¿Mañana habéis quedado?
-Sí, he quedado con él por la mañana pero no puedes venir. Si quieres, por la tarde.
-¿Por qué no puedo ir?
-Me tiene que contar un montón de cosas y no voy a dejarte que te enteres de ninguna.
-Jo, vale. Lo llamaré por la tarde.
-Vale, hasta mañana hermanito.
-Hasta mañana, Lisa.

domingo, 10 de febrero de 2013

Capítulo 2:

Saludé a mis tíos y a mis primos y los invité a pasar. Todos nos sentamos a la mesa y empezamos a comer.
-Bueno, ¿y qué os ha traído por aquí?-dijo mi padre y, seguidamente, tomó un sorbo de vino.
-Pues queremos deciros algo.
Todos nos quedamos mirando fijamente a mi tía. Ella siempre ha estado ahí. Ella era la que nos cuidaba a mis hermanos y a mí cuando mis padres trabajaban. Ellos se mudaron a Brighton antes que nosotros. Al principio, mis hermanos y yo, los echábamos mucho de menos. No habíamos estado tanto tiempo separados nunca. Mis padres se dieron cuenta y decidieron venirnos a vivir aquí también.

Todos los estábamos mirando expectantes.
-Nos vamos a casar.
Mis padres, mis hermanos y yo nos quedamos con la boca abierta. Después, sonreímos y les dimos la enhorabuena.
-¿Cuándo es la boda?
-Estábamos pensando que podría ser en diciembre. Queremos una boda en la nieve. Algo sencillo y bonito.
-Me encanta-mi madre casi se pone a llorar de la emoción, lo que es normal, su hermana se va a casar.


Terminamos de comer y mis tíos ya se fueron. Yo me fui a la cama pronto. Mañana será un gran día.

10:00 de la mañana. Mi despertador suena con la canción 'This is love' de Will.i.am. Me levanté de la cama, cogí mi móvil y abrí Twitter. Puse en un tweet 'Hoy será un gran día. Playa, amigos y risas, no necesito más.' y en menos de 5 minutos casi todos los que íbamos a la playa le dieron retweet. Me puse delante del armario. Hoy hace sol pero también hace frío. Cogí unos shorts vaqueros y una camiseta de los Lakers. También cogí una sudadera y mis Vans. Me metí en el baño, me duché y me vestí. Luego, bajé a desayunar, me lavé los dientes y preparé la mochila. Ya eran las 11 menos cuarto así que cogí mi móvil y me fui para casa de Kim.

Llamé a la puerta y me abrió su madre.
-Hola, Lisa. Pasa, Kimberly está terminando de desayunar.
-Gracias.

Pasé y me senté en el sofá con Kim.
-Hola, Kim.
-Hola, Lisa. ¿Qué tal?
-Bien, bien. Oye, ¿quién es el amigo de Luis?
-No sé. Luis me dijo que lo conoció en Australia, cuando estuvo en el campamento, y dice que es de España y que hace poco se mudó aquí.
-Pues espero que esté bueno.
Ambas reimos.
-Bueno, vámonos.

-¡Mamá me voy!
-Vale, pasadlo bien.
-Gracias. Adiós.

Nos fuimos al parque dónde habíamos quedado todas.
-Oye, ¿Nicole viene?
-No, me dijo que tenía que estudiar.
-Pero sólo le quedó una.
-Ya conoces a su madre.

De pronto vimos a dos chicos acercarse hacia nosotras. Uno era Luis y el otro sería su amigo. Cuando se acercaron un poco más pude verle la cara al chico que venía con Luis. No daba crédito a lo que veía. Estaba aquí.
-¡ÁLEX!-grité y lo abracé.
-¡LISA! Y pensar que he tenido que venir tan lejos para verte.
-¿Qué haces aquí tonto?
-Nos hemos mudado. Mi padre ha encontrado trabajo aquí.
-Joder, qué bien. Te echaba mucho de menos.
-Y yo a ti tonta.
Nos volvimos a abrazar.
-Pero, ¿de qué os conocéis?-dijo Luis.
-Vivíamos en el mismo sitio en España, era mi mejor amigo.
-¿Era?
-Y lo sigues siendo imbécil.
Ambos reimos.
Estoy súper contenta de volver a verlo. Él fue el que me ayudó a olvidar a mi anterior novio y el que estaba ahí cuando más lo necesitaba. Lo quiero, y mucho.

sábado, 12 de enero de 2013

Capítulo 1:

 Es en ese momento en el que te das cuenta de todo. Te das cuenta de que cada cosa que te pasa es porque alguien ha querido que pasase así. Cada acto tiene su causa y su consecuencia. Hay gente que prefiere ir a lo loco. No pensar. No pensar en lo que hace. Esa gente no se da cuenta de nada hasta que un día la consecuencia es más grave de lo que pensaban. Yo soy de las que apuestan por parar un poco. De las que apuestan por decir: "para, respira un poco y sigue". Así te das cuenta de cada cosa que haces, sea buena o mala. Te das cuenta de lo importante que puede llegar a ser pensar un poco. Reflexionar.

El sonido del móvil al vibrar me despertó de mi mundo.

-¿Sí?
-Tía, ¿te has enterado de lo de Christine?
-No, ¿qué ha pasado?
-Se muda.
-¿En serio?
-De verdad. Me acaba de llamar llorando.
-Pero, ¿dónde se va?
-Barcelona.
-¿Cuándo?
-Ella aún no lo sabe. Pero seguramente pronto. Es por trabajo.
-Joder. ¿Mañana estará aquí?
-Supongo que sí.
-Pues mañana hablaré con ella.
-Vale. Bueno, ¿qué estabas haciendo?
-Escribiendo un poco en el blog, ¿y tú?
-Hablando con Marcos por WhatsApp.
-¿Qué Marcos?
-El hermano de Claudia.
-Ah, ya sé quién es.
-Me encanta, tía.
-Parece mentira, hace un mes lo odiabas.
-¡Pero porque me manchó el pelo de azul! Pero ahora me ha enamorado. Es perfecto.
-Anda.
-Es que es súper mono. Me acaba de decir que quedemos el sábado.
-El sábado tenemos cine.
-Joder, es verdad. ¿Qué hago?
-No sé.
-¿A ti te importa que quede con él? Podemos ir otro día al cine.
-A mí me da igual.
-Gracias tía, te amo.
-Ya sé que soy irresistible.
-Creída.
-Bueno, me voy. Te quiero.
-Te quiero, Lisa.

 Colgué y me volví a sentar a escribir. Me llegó un mensaje al WhatsApp. "Mañana, playa, un amigo de Luis muy buenorro, ¿te apuntas?" "Amigo buenorro ... Me apunto" "A las 11 en mi casa" "Vale :)"

Parece que mañana se presenta un dia bueno. Playa, amigos y muchas risas aseguradas.

-Lisa, ¿qué estás haciendo?
-Nada, mamá. Oye, mañana hemos quedado para ir a la playa ¿vale?
-Vale. Por cierto, esta noche vienen tus tíos a cenar. Parece ser que tienen algo importante que contar. Ponte el vestido ese rosa que te compraste para el cumpleaños de papá.
-Vale. ¿Cuándo llegan?
-En una hora y media. Empieza a ducharte ya.
-Vale, mamá.

Saqué el vestido y entré en el baño. Puse música en mi iPod y me metí en la ducha. Necesitaba relajarme.
Cuando terminé de ducharme, me sequé el pelo y, después, me vestí, me maquillé y terminé de peinarme. Quedaban a penas 15 minutos para que llegasen así que ayudé a mamá a poner la mesa.

-Oh, estás preciosa hija.
-Gracias, mamá.
-Ayúdame con esto, por favor.

Pusimos la mesa entre las dos y sonó el timbre.

-¡Yo abro!-grité desde la cocina.

Me acerqué a la puerta y abrí. Ya estaban aquí.